Cinco años después de su último lanzamiento, The Slow Rush, Tame Impala inaugura una nueva era de exploración sonora que vira a la electrónica.

Hace unos días, Tame Impala (el proyecto del australiano Kevin Parker) ha lanzado su quinto disco. Se titula Deadbeat y salió a instancias de Columbia Records.

Se trata de la obra que había sido adelantada con los temas Loser, End of Summer y Dracula, que irrumpieron en el Hot 100 de Billboard y vieron un debut instantáneo en las listas AAA y Alternative.

El viernes pasado, el día de publicación de Deadbeat, Tame Impala compartió el clip de My Old Ways, tema de apertura, dirigido por Kristofski y con imágenes de cinéma vérité que el director tomó durante el proceso creativo de Parker en este disco, llevado adelante en varios lugares del mundo.

“En Deadbeat, Parker esculpe una colección de exploraciones psicodélicas de club perversamente potentes como vehículo para algunas de sus composiciones más directas y desordenadas hasta la fecha”, dice una nota de Columbia Records, que a su vez apunta que “el álbum está profundamente inspirado en la cultura australiana y en particular en la escena local centrada en Margaret River en Australia Occidental en los ‘90”.

“Eso reformula a Tame Impala como una especie de futuro acto rave primitivo en el proceso”, añade.

“En los últimos 15 años, podría decirse que ningún otro músico de rock ha abarcado múltiples mundos tan bien como Parker”, dice el crítico Grayson Haver Currin en su artículo de portada de GQ Hype.

“Tame Impala comenzó como una banda de psych-rock modernizada con baterías de mundo explosivo y ganchos que dejaban en claro que Parker también amaba el pop, el soul y el hip-hop. A medida que Tame Impala se ha transformado constantemente en algo más extraño y autorrenovador, donde las historias habladas sobre recoger la ropa condujeron a confesionarios nocturnos, Parker se ha convertido en un colaborador clave de algunas de las estrellas más grandes del mundo”, añade.

Y finalmente concluye: “Deadbeat se siente como un último acto de resignación y aceptación, con Parker finalmente aceptando la persona que siempre ha sido y que siempre puede ser. Está suspendido en un punto muerto emocional, preguntándose si puede ser más de lo que sabe que es”.

Concebido en varios lugares en los últimos años, el álbum se galvanizó en gran medida entre la ciudad natal de Parker, Fremantle, y su estudio, Wave House en Injidup, Australia Occidental, en la primera mitad de 2025. “Deadbeat suena como el trabajo de un artista con una maestría nivelada, elaborado con un nuevo abrazo de espontaneidad para el perfeccionista de renombre”, reseñan los difusores de la obra.

“La forma en que eso se manifiesta es un minimalismo y un crujido distintivos, con timbres y texturas que agregan una dimensión inefablemente nueva al sonido, así como un rango vocal más rico y juguetón que nunca”, redondean.

Tame Impala iniciará su primera gira en apoyo de Deadbeat el 27 de octubre para el primero de 4 shows en el Barclays Center en Brooklyn, Nueva York.

El tour concluye el 17 de noviembre con la última de tres presentaciones en The Kia Forum en Los Ángeles.

Tame Impala también ha anunciado una importante gira por el Reino Unido y la UE a partir de la primavera de 2026.