Interior. Día. El protagonista se dispone a entrar en su apartamento. Mientras abre la puerta, vemos que de ella cuelga una chapa: ¡el símbolo de Batman! Esta coincidencia tan profética aparece en una secuencia de ‘Following’ (1998), el debut en el largometraje de Christopher Nolan. Todo un guiño del destino con un director que acabaría redefiniendo al personaje de cómic con su trilogía cinematográfica recientemente clausurada.
‘Following’, que estaba inédita en España y será editada en dvd a finales de agosto (A Contracorriente), es algo así como un borrador a carboncillo de lo que será después su cine; un ejemplo de neo-noir de bajo presupuesto donde ya están presentes varias constantes de su posterior obra: la fascinación por los universos inestables y el gusto por los rompecabezas narrativos.La premisa argumental es de lo más sugerente: un aspirante a escritor decide seguir a la gente por la calle como forma de estimular su imaginación. Pasado el tiempo, cambia de estrategia y decide seguir siempre al mismo hombre. Hasta que un día éste se da cuenta y decide hablar con su (per)seguidor.Nolan utiliza tres tiempos narrativos para dar forma a una realidad caótica que poco a poco acabará ordenándose con algún “truco” argumental de por medio. Una historia cada vez más “negra” donde Nolan demuestra su habilidad para construir personajes masculinos complejos (el hombre perseguido, por cierto, se llama igual que el personaje de Leonardo DiCaprio en ‘Origen’) y su incapacidad para diseñar personajes femeninos más allá del estereotipo (aquí, una caricatura legañosa de la clásica femme fatal).A ‘Following’ le pesa algo su falta de medios, sobre todo en cuanto al ritmo (se rodó durante los fines de semana de todo un año y es como si le faltara metraje), pero lo compensa con un atractivo argumento, una expresiva fotografía en blanco y negro, y un estimulante puzzle narrativo como forma de representar la obsesión y la desorientación vital de su protagonista. 7.