Travis regresa con su nuevo single “Gaslight”, una melodía contagiosa que promete ser el himno de superación personal del año. La banda de Glasgow no solo nos deleita con su música, sino que también nos invita a reflexionar sobre la manipulación mental y la importancia de liberarnos de las influencias tóxicas.
Tras cuatro años de su última producción, Travis ha anunciado su nuevo y décimo material que lleva por nombre L.A. Times, el cual estará a la venta el próximo 12 de julio a través de BMG (el cual ya puedes preordenar en sus diferentes formatos). Este disco nos muestra un lado más íntimo de los nativos de Glasgow. El líder y vocalista Fran Healy así lo comentó:
“L.A. Times es nuestro álbum más personal desde The Man Who. En aquel entonces había muchas cosas importantes sobre las que escribir, las placas tectónicas se habían movido en mi vida. Solo tenía 22 años cuando escribí aquellas canciones. Fueron mi terapia. Más de 20 años después, las placas se han movido nuevamente. Hay mucho de qué hablar”.
El título nace de la ciudad de las estrellas -donde Healy ha vivido los últimos 10 años- y hace honor a las disparidades sociales de la ciudad. El disco fue producido por Tony Hoffer (Air, Beck, Phoenix), y fue compuesto por Fran Healy en su estudio en las afueras de Skid Row, Los Ángeles.
Para la portada, vuelven a repetir esa esencia de discos como The Man Who, The Invisible Band y The Boy With No Name, ahora en medio de la ciudad de Los Ángeles retratados por el fotógrafo de renombre mundial y colaborador de Travis durante más de 20 años, Stefan Ruíz.
“Gaslight”, el primer sencillo de los escoceses
El primer sencillo de L.A. Time es “Gaslight”, que consiste en manipular a una persona por medios psicológicos para cuestionar su propia cordura. Así describió Healy este tema:
“Leí hace unas semanas que “Gaslighting” era la palabra más buscada en internet en el mundo. Vivimos en una época en la que nuestras realidades están siendo deformadas por jefes, líderes, tertulianos, asesores, influencers, coach y políticos. Están en todas partes. Los “gaslighters” te controlan. Te dicen cosas que socavan la confianza en ti mismo, te hacen cuestionar la realidad y te hacen sentir como si te estuvieras volviendo loco”.
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